Concurso para el diseño del nuevo parque de bomberos núm. 1 de Menorca. El proyecto se desarrolla a lo largo de un eje principal, vía de acceso al garaje para facilitar las salidas de emergencia, a lo largo del cual se elevan diferentes volúmenes respondiendo al programa mínimo de este edificio. La opción de buscar la solución del edificio en un juego de volúmenes viene dada por el hecho de que cuanto menos compacto sea el edificio, más posibilidades de aperturas y conexión con el exterior se pueden encontrar, y más, teniendo en cuenta el emplazamiento privilegiado de dicho parque. Era importante hacer partícipe en el proyecto, la naturaleza que lo rodea. Para mayor adaptación al entorno, se optó por la utilización de materiales típicos de la zona, como la pared seca, y los colores tradicionales del paisaje menorquín: el blanco de las casas en medio de los campos verdes, todo ello con una pincelada a la innovación con la utilización del acero corten.